Hoy en la farmacia ha venido una de mis pacientes favoritas, muy simpática, agradable y siempre de buen humor. Venía con muchas molestias debido a que padece de colon irritable y harta de ir al médico ha venido a por consejo farmacéutico. Lo único que he podido es orientarla en pautas y dieta saludable para reducir los síntomas de esta enfermedad que explico en el apartado de consejo farmacéutico.
En esta entrada os detallo que pautas podemos seguir en caso de esta enfermedad.
Es una enfermedad intestinal que provoca dolores abdominales y cambios en el tránsito intestinal, alternando periodos de estreñimiento con descomposición o diarrea. Las personas que lo padecen pueden llegar a sentirse inseguras para seguir con una vida normal ante los síntomas que pueden llegar a tener. Controlar la dieta es una gran ayuda para evitar brotes, malestar y dolor, y para conseguir que la persona pueda realizar las tareas diarias de una manera más tranquila.
Dieta para el colon irritable
La dieta de la persona con el síndrome del intestino irritable deber estar personalizada a cada caso. Como pautas genéricas podemos destacar:
- Moderar el consumo de fibra insoluble (procedente de alimentos integrales) de la alimentación para no contribuir más a los desequilibrios en el tránsito intestinal.
- Potenciar el consumo de fibra soluble (en forma de gomas, pectinas y mucílagos) en la dieta. Se puede hacer con la ayuda de los alimentos como el dulce de membrillo o la manzana, aunque también se recomienda tomar diariamente suplementos alimentarios de este tipo de fibras.
- Evitar los alimentos ricos en grasas, las frutas cítricas (sobre todo la naranja) y las espinacas para menguar y neutralizar el efecto laxante producido por las sales biliares (bilis) en el colon.
- Disminuir el consumo de fructosa (un tipo de azúcar simple que se encuentra sobretodo en las frutas). Elegir las frutas más pobres en azúcar y más ricas en pectina como por ejemplo la manzana con piel. No es adecuado tomar zumos de fruta ni néctares.
- Eliminar totalmente el consumo de sorbitol (un edulcorante), los alimentos o especies picantes, el gas (en las bebidas), el café y el té.
- Beber dos litros de agua al día. Es muy importante garantizar la hidratación cuando hay descomposición o diarreas. Se recomienda beber agua o infusiones suaves como la tila y la maría luisa (que no tienen ningún efecto laxante). Además un aporte suficiente de líquidos también ayudará a combatir el estreñimiento.
- Aun cumpliendo todas las pautas mencionadas no se debe olvidar que es necesario controlar el estrés. Una ayuda natural para combatir y controlar los niveles de estrés es tomar pasiflora y valeriana.
- La dieta FODMAP se desarrolló por investigadores de la Universidad de Monash en Australia. FODMAP es la suma de las iniciales de las palabras en inglés que en castellano son Oligosacáridos, Disacáridos y Monosacáridos Fermentables y Polioles. Todos ellos hidratos de carbono de cadena corta.Así pues, la dieta FODMAP es una dieta baja o sin fructosa, lactosa, fructanos, galactanos y polioles. Presentes en los siguientes alimentos:
- Frutas: como manzana y pera.
- Verduras: como cebolla, espárrago y ajo.
- Legumbres: como guisante, soja y lentejas.
- Cereales: trigo y derivados, centeno y cebada.
- Frutos secos.
- Lácteos: como leche, quesos, helados y yogur. Valorar tolerancia.
- Edulcorantes artificiales: productos que contienen sorbitol (E420), manitol (E421), isomalt (E953), maltitol (E965) y xilitol (E967), etc.
Alimentos para el colon irritable
El colon irritable, al igual que otras enfermedades intestinales como el Crohn y la Colitis Ulcerosa, presenta muchas intolerancias personales. No se deben confundir estas intolerancias provocadas por la enfermedad con las alergias alimentarias. Los alimentos que más frecuentemente provocan intolerancia y que, por lo tanto, se recomienda evitar desde un principio son los cítricos, la cebolla, el chocolate, los huevos, el gluten (presente en la mayoría de cereales como el trigo, la cebada, el centeno y el triticale), la cafeína (presente en café, té y chocolate), el alcohol. Mención aparte merece la avena ya que es un cereal que, a pesar de no tener gluten, puede causar malestar intestinal en algunos pacientes debido a las prolaminas (unas proteínas cuya estructura de péptidos es muy similar al del gluten).