¿Qué son?
Cuando un insecto (mosquito, avispa, abeja, etc.) o una araña pican, inoculan sustancias que irritan la piel, propiciando la aparición de habones o ronchas en la zona donde han picado.
Las picaduras son frecuentes en verano y aunque son bastante molestas, no suelen producir problemas de salud importantes.
Síntomas
Éstos dependerán del animal que haya picado. Destacaremos entre otros:
- Mosquitos: suelen provocar habones que cursan con prurito (picor).
- Avispas y abejas: en este caso el habón duele. La diferencia entre la avispa y la abeja es que esta última suele dejar clavado el aguijón tras la picadura. Ambas son las que producen con más frecuencia reacciones graves, aunque son poco habituales en los niños.
- Arañas y escorpiones: las arañas producen una mancha roja (roncha) en la piel con dos puntos centrales; mientras que los escorpiones presentan sólo uno, que puede doler.
- Garrapata: suele quedarse adherida a la piel y se va hinchando según chupa la sangre del huésped. Otras veces, la picadura pasa desapercibida y unos días después se aprecia una costra negra.
- Chinches y pulgas: ambos producen numerosas picaduras pequeñas, agrupadas y muy cercanas entre sí, sobre una zona del cuerpo. El picor es inmediato.
Cómo actuar ante una picadura
La mayoría de las veces no es precisa ninguna medicación.
- Lavar la picadura con agua fría y jabón. En el momento del baño/aseo optar, si es posible, por emplear agua tibia/templada para minimizar la vasodilatación del tejido de las picaduras y evitar el aumento del prurito. Secar a toques, evitando la fricción.
- Se puede aplicar frío local, protegiendo previamente la piel con una gasa o con un paño/pañuelo evitando el contacto directo, para paliar el picor y la inflamación de las picaduras.
- Mantener corta la longitud de las uñas, en forma cuadrada y con los picos redondeados, para evitar lesiones en caso de rascado.
- Si el niño está muy molesto y/o tiene un picor muy intenso, se puede aplicar una solución de calamina o amoniaco con una barrita de venta en farmacias. El amoniaco frena rápida y eficazmente el picor y la irritación de la piel, además de neutralizar el veneno. Cabe recordar que no se pueden aplicar en mucosas (ojos, nariz, boca).
- Si la picadura ha sido de abeja y su aguijón se ha quedado clavado en la piel, es conveniente extraerlo con unas pinzas, lo más pronto posible, para frenar la entrada del veneno en el cuerpo. No es recomendable hurgar mucho en la zona, porque además de poder motivar la inoculación del veneno, se puede infectar.
Acuda de forma urgente al centro médico más cercano o llame al 112, si tras una picadura de avispa o abeja, el niño comienza con picor en los ojos, en las palmas de las manos y en las plantas de los pies; así como enrojecimiento generalizado del cuerpo.
Podemos estar ante una reacción grave que, al poco tiempo, puede acompañarse de dificultad respiratoria, malestar general, náuseas, vómitos, sudoración, palidez y piel fría.
Las personas con alergia a las picaduras de avispas o abejas pueden tener reacciones graves que pongan en riesgo su vida. Suelen ser muy rápidas, inmediatas a la picadura.
- Acuda a valoración presencial si la picadura se hincha mucho o durante horas va a más. Prestar especial atención a zonas como la nariz o la boca, ya que al inflamarse pueden obstruir la entrada de aire, dificultando la respiración.
- Si la inflamación persiste varios días y se acompaña de rubor, calor y dolor, puede que la picadura se haya infectado. Es precisa valoración facultativa presencial..
Recomendaciones para la prevención de las picaduras
Éstos dependerán del animal que haya picado.
Destacaremos entre otros:
- Evitar los paseos a la salida y caída del sol cerca del agua.
- En el campo, y más aún si hay agua cerca, es recomendable vestir con manga larga y pantalón largo, mejor si las prendas son de algodón y de colores claros. Los zapatos deben ser cerrados y con calcetín. Es recomendable sobreponer las prendas, es decir, camiseta por dentro del pantalón y calcetines por encima del pantalón. También es recomendable llevar una manta para sentarse sobre ella.
- Aplicar repelente después del protector solar en las zonas descubiertas, evitando las mucosas y las manos.
- Usar repelentes eléctricos y mosquiteras para dormir. Emplear mosquitera en el carro del bebé.
- Poner collar anti-pulgas a los perros domésticos.
- Enseñar a los niños a respetar a los animales. Algunos insectos pican cuando se sienten amenazados para defenderse.
- Enseñar a los niños que no levanten las piedras ni metan la mano entre las rocas. Algunos insectos se escoden en éstas.
- Los padres de niños que hayan sufrido una reacción grave por la picadura de una abeja o una avispa deben llevar consigo la medicación indicada por su pediatra o alergólogo. Si precisa de la administración del auto-inyector de adrenalina, deben saber cómo utilizarlo; y si el niño es mayor, también debe saber cómo hacerlo.
- En el caso de las avispas y abejas, además de lo anteriormente citado, también es recomendable para disminuir el riesgo de su picadura:
- Evitar comer y beber al aire libre.
- Mantener cubos y bolsas de basura bien cerrados.
- Evitar el uso de perfumes y ropa de colores vivos.
- No andar descalzo por la hierba o césped.
- No acercarse a árboles con fruta, flores, arbustos y zonas con basura; tampoco a colmenas, panales o nidos de avispas. Tener precaución en zonas de piscinas y estanques.
- Viajar en coche con las ventanillas cerradas. Si el insecto entra en el coche, detenerse y rociar con insecticida hasta que salga o muera.
- Evitar los movimientos bruscos cuando se vea una avispa o abeja.
