Estoy seguro que hace 4 años sonó el despertador, sé que retumbaba con ese ruido estridente que perforaba mis tímpanos a medida que avanzaba por mi canal auditivo, no existía Alexa, o al menos eso creo. Lo que sí recuerdo es al Duque siempre cerca de mí, entrando en la ducha y mirándome intensamente sin perderme el paso. También estoy seguro que entré en mi CH-R, que pulsé el botón Start y que todas las luces se encendieron como si de una nave se tratara, nave que luego transformé en un Boing 747 ó en un Airbus 320 que despegaba por la pista 32 L oeste. También aseguro que navegué durante 31 Km desde mi pueblo, llegando a mi barrio de ahora, a mi nuevo hogar desde el 2017, donde tengo a mis pacientes, donde todos ellos esperan recibir el mejor consejo de nuestra parte.
Recuerdo que cada día la veía en su silla de ruedas, recorriendo a duras penas la cuesta que sube hasta mi farmacia, una cuesta que se hace muy complicada cuando tienes que arrastrar un artilugio que apenas anda debido al giro oscilante de sus ruedas. Casi siempre pedía ayuda para poder cruzar al otro lado de la calle, incluso para poder caminar unos cuantos metros. Siempre encontraba un alma caritativa a lo largo de la calle, que empujaba, no sin esfuerzo, su vehículo, a lo que no le faltaban agradecimientos para su ayudante.
Aún recuerdo el día que se acercó a mi. -Tienes bastante mal la silla, esa rueda tiene mala pinta, no creo que aguante mucho. Sus ojos me miraron, una mirada profunda, con lágrimas a punto de bañarlos, cerrando la boca con fuerza para evitar llorar. Pude oír su voz queda que me pedía ayuda. Presentaciones, soy un farmacéutico de por aquí, alguien que puede ayudarte.
No siempre se puede tener lo que se quiere, o en este caso lo que se necesita. Doscientos y pico euros puede costar una silla nueva. Parece mentira que algo tan necesario para alguien no pueda estar a su alcance. Caminos largos por recorrer, cosas que hacer y llevar, unas piernas que fallan, una silla de casi 500 años que ya no hace su función. Nadie que la ayude, una familia, amigos… Cada viernes una persona del ayuntamiento la ayuda a duras penas y a la carrera para que pueda llegar a su siguiente persona necesitada.
Es Navidad, parece que todos somos más sensibles a todo, parece que debemos hacer algo para ayudar, compartir, hacer nuestra obra del año. ¿Qué significa para mí una silla de ruedas nueva? ¿Qué significa para ella poder estar cómoda, moverse, salir?
Aún recuerdo el día que fui a su casa con la silla nueva. Aún recuerdo ese día, víspera de Navidad. No puedo olvidar su cara, con la boca abierta, cerrando los ojos con fuerza, sus lágrimas de emoción por su cara, sus brazos extendidos buscándome. Aún recuerdo mi cara, o al menos la que yo creo que puse cuando la veía disfrutar como una niña con su regalo. Recuerdo mi falta de aire en el pecho, mi emoción que hizo que me volviera todo el camino de vuelta, intentando que no se me notaran mis lágrimas en la cara. Aún lo recuerdo.
Hoy, cerca de que termine el año, vuelvo a verla, voy a su casa compartida, como tantas veces, para dejarla una medicación que le faltaba, una medicación que es necesaria que se pusiera hoy. Me mira con unos ojos que me transmiten su interior. Veo su sentimiento de soledad, de escasez, de estar en un salón, compartido cuando alguien aparezca por allí. Según me alejo puedo ver como se queda mirándome casi esperando que me vuelva a darle un abrazo y desearle feliz año. Lo hago.
El final de otro año más, se acerca, un día en el que todos queremos estar con nuestros más queridos. Cada día puedo ver personas que lo pasan mal, que están solas, puedo ver sus caras, sus ojos de tristeza, a veces con la mirada perdida, pensando en vete tú a saber qué, personas sin familia, que han perdido a alguien que era necesario en su vida.
Un año más llega a su fin, con los mejores deseos de todos y para todos, un año que llega nuevo, que llega con sorpresas, con ilusiones y con secretos que se irán descubriendo a medida que pasen los días y los meses. Casi como si jugáramos al juego de la oca donde vas avanzando casillas deseando caer en la buena. Un año que nos traerá personas nuevas a nuestra vida, un año que nos unirá a gente que pensábamos desapercibida en nuestra existencia. Un año en el que se irán personas importantes en nuestras vidas o no tanto, pero se marcharán.
Como decimos todos, mis mejores deseos para todos, deseos de empezar proyectos, deseos de continuar haciendo lo mismo, deseos de que no pase nada malo, deseos de que estemos todos, deseos de tener a tu lado las personas que quieres tener.
Gracias L