Qué son
Las aftas bucales son úlceras que se producen en la mucosa de la boca y constituyen una de las enfermedades bucales que más frecuencia tiene junto con las caries. Son de tamaño pequeño (unos 5 milímetros), el color suele ser blanquecino y aparecen rodeadas por un área roja. Además, no son contagiosas.
Causas
Las causas principales son las siguientes:
- Debido al roce de la dentadura y las auto-mordeduras.
- También pueden ser causadas por productos químicos, sustancias muy calientes, pastas de dientes o medicamentos.
- A veces se deben a alergias alimentarias.
- Pueden tener relación con una infección o con tener sistema inmunitario deprimido.
- El estrés emocional también desempeña un importante papel en el origen de las aftas bucales.
- Pueden estar causadas por trastornos hormonales.
- También guardan relación con fumar tabaco.
- En muy pocos casos son manifestaciones de afecciones como la Enfermedad de Behçet.
Síntomas
Las aftas bucales suelen presentarse en la parte interior de las mejillas y los labios. Los síntomas principales son:
- Heridas de color blanco.
- Suelen causar dolor.
- Son de tamaño pequeño casi siempre.
- En casos más extremos pueden producir fiebre y malestar general.
Prevención
Hay ciertos factores que aumentan la propensión de aparición de las aftas bucales, como el tabaco o el estrés.
- Llevar una higiene bucal adecuada.
- Tener una dieta variada, rica en frutas y verduras.
- Consumir alimentos ricos en vitamina C y omega-3.
- Evitar comidas muy calientes.
Tipos
Podemos distinguir tres tipos:
- El primero está caracterizado por presentar heridas con un tamaño menor a 1 cm, superficiales y poco numerosas. Este tipo es el más frecuente, representando el 80% de los casos.
- El segundo tipo se compone por heridas con un tamaño mayor a 1 cm y profundas.
- Por último, en el tercer tipo podemos encontrar muchas heridas muy pequeñas (entre 1 y 2 mm) que se agrupan entre ellas.
Diagnóstico
Se diagnostican cuando aparecen heridas con la apariencia que se ha explicado anteriormente (heridas de tamaño pequeño y color blanquecino rodeado por un área rojo) en la mucosa oral.
Tratamientos
Aunque no hay una terapia específica para esta afección, se suelen aplicar tratamientos tópicos locales o enjuagues con antinflamatorios (como la carbenoxolona, dexametasona, triamcinolona) o antibióticos (tetraciclina, minociclina) y en casos excepcionales tratamientos con inmunomoduladores orales o locales. Recientemente han desarrollado tratamientos en forma de gel, colutorio o spray con ácido hialurónico.
Es recomendable no utilizar enjuagues bucales que incluyan alcohol puesto que la herida puede empeorar. En su defecto se puede utilizar agua con sal. Las heridas suelen cicatrizar en períodos de tiempo entre 7 y 14 días.