Sinusitis

Qué es

La sinusitis es la inflamación de la mucosa de los senos paranasales que puede ser causada por un hongo, una bacteria o un virus, o bien por una alergia. Los senos paranasales son pequeños huecos llenos de aire; se dividen en senos frontales (están en la parte frontal del cráneo, situados encima de la nariz, es decir, en la frente), senos etmoidales (se sitúan en los laterales de la nariz, entre los huesos) y senos maxilares (localizados en las mejillas). En situaciones normales, el aire pasa a través de los senos sin problema; sin embargo, las personas que padecen sinusitis tienen bloqueados estos espacios y sufren molestias y dificultades a la hora de respirar.

La inflamación de la mucosa sinusal (sinusitis) normalmente viene asociada con la inflamación de la mucosa de la cavidad nasal (rinitis) llamándose entonces, rinosinusitis.

Es una patología muy común en la población general, por lo que suele ser vista por multitud de especialistas. Puede presentarse con una gran variedad de síntomas y, en algunos casos, puede tener una importante repercusión a la calidad de vida de los pacientes.

Causas

Las causas principales de esta patología son las infecciones, ya sean víricas (las más frecuentes), bacterianas y fúngicas. Existen otras causas relacionadas con los mecanismos inflamatorios y del sistema inmune del propio paciente, que pese a estar ampliamente demostradas sus implicaciones, todavía se desconoce del mecanismo exacto.

Hay factores que predisponen a la sinusitis:

  • Variaciones climáticas: las estaciones más frías y el aumento de la humedad predisponen a una mayor probabilidad de padecer sinusitis.
  • Tabaco: Tanto ser fumador activo como estar expuesto a su humo es un factor predisponente en esta patología.
  • Exposiciones ambientales o laborales a la contaminación, a irritantes utilizados en la industria y a la exposición al humo.
  • Variaciones anatómicas individuales (desviaciones septales y del tabique nasal, falta de desarrollo de los senos paranasales, un espolón óseo nasal o la presencia de pólipos nasales).
  • Alergias: relación no clara con las sinusitis agudas, pero sí demostrada en el caso de la sinusitis crónica, junto con el asma.
  • Enfermedades asociadas: alteraciones del aclaramiento mucociliar (los cilios o vellos que se sitúan en el interior de las aberturas paranasales no logran sacar el moco debido a alguna afección), fibrosis quísticavasculitis.
  • Tener un sistema inmunológico débil, debido al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o a tratamientos como la quimioterapia.
  • Hipertrofia de adenoides (tejido linfático que se encuentra en las vías respiratorias entre la nariz y la parte posterior de la garganta).
  • Sometimiento a fuerzas como la gravedad y la presión: volar, bucear, montañismo, etcétera.

Síntomas

Los principales síntomas de esta enfermedad son:

  • Dolor y presión detrás de los ojos y en la zona maxilofacial.
  • Secreción y congestión nasal.
  • Pérdida parcial o total del sentido del olfato.
  • Fatiga y sensación de malestar general.
  • Cefalea o dolor de cabeza.
  • Fiebre.
  • Dolor de garganta y goteo entre la nariz y la faringe.
  • Tos, que tiende a empeorar por la noche.

En una sinusitis aguda, estos síntomas suelen aparecer tras el séptimo día de un resfriado que no ha mejorado o que incluso ha empeorado. En el caso de una sinusitis crónica, los síntomas son los mismos, aunque más leves.

A pesar de que no es frecuente que se produzcan complicaciones, una sinusitis puede provocar absceso (aparición de pus en una zona determinada que causa dolor e inflamación), meningitis, osteomielitis e infección cutánea alrededor de los ojos.

¿Cuándo acudir al médico?

Se debe acudir a un especialista en cualquiera de estos casos:

  • Los síntomas duran más de 14 días o se agrava un resfriado a partir de los siete días.
  • Se presenta fiebre.
  • Se padece un fuerte dolor de cabeza.
  • Todavía perduran los síntomas después de haber tomado un tratamiento antibiótico.
  • Se nota algún cambio en la visión durante una infección.

Prevención

Mujer tocándose la nariz

La prevención está basada principalmente evitar los factores predisponentes, tales como eludir o disminuir el contacto con contaminantes, humo del tabaco y tóxicos puede reducir la probabilidad de padecer una sinusitis o disminuir los síntomas. Por otro lado, evitar el contacto con agentes infecciosos con unas buenas medidas de higiene también reduce las tasas de sinusitis, especialmente en el caso de las agudas.

Consejos para evitar la sinusitis:

  • Aumentar la humedad del cuerpo y de las vías sinusales mediante la ingesta de líquidos, especialmente agua, y el uso de un humidificador.
  • Atajar rápidamente y de forma eficaz las alergias.
  • Evitar el humo y espacios contaminantes.
  • Administrar descongestionantes si se sufre una infección de las vías respiratorias.

Tipos

Existen dos tipos de sinusitis, que vienen determinados por la duración de la enfermedad y sus síntomas:

  • Sinusitis aguda: su duración es menor a 12 semanas. Es una patología muy frecuente y se le estima una prevalencia entre el 6 y el 15 por ciento. Causada principalmente por infecciones víricas y conocida en ocasiones como catarro común. Es más habitual en las épocas invernales.
    Se estima que el 0,5 y el 2 por ciento de estas rinosinusitis agudas víricas se convertirán en bacterianas, caracterizadas entonces por presencia de mucosidad purulenta, fiebre, dolor unilateral intenso, empeoramiento posterior al inicio de la recuperación. En estos casos está indicado el uso de antibióticos sistémicos.
  • Sinusitis crónica: su duración es igual o mayor a 12 semanas. Con una prevalencia estimada de entre el 2 y el 16 por ciento de la población. Existen dos tipos principales: con pólipos y sin ellos. Debido a su curso crónico y su molesta sintomatología los subtipos más graves de estas sinusitis pueden generar una gran alteración de la calidad de vida del paciente.

Diagnóstico

Es una patología muy común, por lo que suele ser atendida por multitud de especialistas y facultativos generalistas. En la mayoría de las ocasiones el diagnóstico es clínico, basado en los síntomas, dado que no llegan a un especialista en Otorrinolaringología. Sin embargo, en aquellos casos crónicos o que no mejoran con el tratamiento sería recomendable la realización de una endoscopia nasal para descartar la presenta de pólipos u otras alteraciones. Además, en algunos casos también puede ser necesaria la realización de alguna prueba de imagen como una tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM).

En concreto, hay disponibles las siguientes pruebas y exámenes:

  • Rinoscopia: es una endoscopia nasal mediante la que se introduce un tubo para ver los senos paranasales.
  • Tomografía computarizada: para ver las aberturas paranasales y observar el estado de los tejidos y los huesos.
  • Resonancia magnética: para comprobar la posible presencia de tumores e infecciones en los senos paranasales.
  • Transiluminación: el especialista proyecta una luz contra los senos para comprobar si están inflamados u ocupados.
  • Hacer presión sobre el área sinusal para causar dolor, lo que significa que hay infección o inflamación.

Tratamientos

El tratamiento de las sinusitis agudas está basado principalmente en tratamiento sintomático. La analgesia en caso de dolor, los lavados nasales con soluciones salinas, los corticoides intranasales o descongestionantes nasales pueden ser de utilidad. A pesar de que en la mayoría de los casos no cambian el curso de la enfermedad, mejoran los síntomas durante la misma.

Los antibióticos sistémicos son recomendados en pacientes con sinusitis aguda y factores de riesgo como fiebre, mucosidad purulenta y dolor unilateral por sospecha de sobreinfección bacteriana. En algunos casos más graves, tandas cortas de corticoides orales pueden ser de gran utilidad.

En el caso de las sinusitis crónicas el tratamiento está basado principalmente en los corticoides intranasales. Los lavados nasales con soluciones salinas mejoran el efecto del tratamiento al remover la mucosidad que cubre la mucosa nasal. En casos de reagudizaciones, las pautas de corticoides sistémicos y tandas cortas de antibióticos sistémicos suelen ser necesarias. En otros casos tandas largas de antibióticos también han demostrado beneficio. Si la clínica persiste tras un correcto tratamiento médico los pacientes podrían beneficiarse de cirugía -con el objetivo de ensanchar las aberturas y drenar los senos paranasales-.

El autocuidado también puede ayudar a reducir la congestión sinusal. Ante un caso de sinusitis se pueden tener en cuenta las siguientes recomendaciones para tratar y reducir los síntomas de esta patología:

  • Beber mucho líquido para diluir las secreciones.
  • Inhalar vapor, de dos a cuatro veces al día.
  • Utilizar un humidificador para reducir la sequedad ambiental.
  • Aplicar paños calientes y húmedos en la cara varias veces al día.
  • Usar descongestionantes nasales.

 

Compártelo con tus amigos:

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies